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Porque el derecho de decir lo que pienso y lo que siento me fue dado por los Dioses, no me podrá ser quitado por los hombres, sin que éstos, tarde o temprano, paguen el justo precio.


viernes, 4 de marzo de 2011

Y las balaceras y as

Y las balaceras y asesinatos continúan, mientras los cínicos siguen aferrados, unos al crimen y otros al poder. Los políticos como siempre con sus palabras llenas de falsedad y con actos siempre contrarios a esas palabras que vomitan con sus podridas bocas, y los criminales con ese deseo absurdo de ganar el dinero por la vía menos honrosa a costa de lo que sea. La realidad es que los mexicanos estamos siendo víctimas de los dos bandos, que una cosa tienen en común, y es que los dos bandos están llenos de sinvergüenzas que solo protegen sus propios intereses, sin la mas mínima visión de un bien colectivo. Lo bueno, que son los menos y será solo cuestión de decisión y algo de tiempo, para que esas personas y esos grupos sean definitivamente erradicados de la sociedad, porque la sociedad, tarde o temprano reclamará todo lo que le pertenece, por las buenas o por las malas; yo solo le pido a Dios que sea por las buenas.

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