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Porque el derecho de decir lo que pienso y lo que siento me fue dado por los Dioses, no me podrá ser quitado por los hombres, sin que éstos, tarde o temprano, paguen el justo precio.


martes, 27 de julio de 2010

Los niños ante el Fin del Mundo.

Los niños ante el Fin del Mundo.

¡Dejad que los niños se acerquen a mí, porque de ellos es el reino de los Cielos! Decía Jesucristo hace unos 2000 años. Verdad mas grande no se ha dicho en toda la historia de la humanidad: los niños hasta el infierno pueden verlo y disfrutarlo como un Cielo. Bendición mas grande no existe, como la de ser niño; y maldición mas grande no hay, como la de dejar de serlo. El niño tiene la cualidad de ser feliz con poco, mientras que nosotros los adultos no somos felices con nada; por eso la gran envidia que sienten algunos adultos por los niños.

La verdad es que hay quienes odian a los niños y lo demuestran día a día con sus actos. Parece que la humanidad está decidida a no trascender y busca su propia extinción de todas las formas posibles -tal vez en el fondo sabemos que no somos buenos, y que todo sería mejor sin nosotros- y la mejor forma de hacerlo es por medio de la indiferencia, la violencia, y el crimen contra los menores.

Nos espanta ver niños víctimas de las guerras, del hambre, de la enfermedad, por medio de las noticias que nos llegan de tierras lejanas; sin embargo en México la situación no es diferente; incluso puede que sea peor, porque aquí también vemos niños víctimas del hambre, la enfermedad, la violencia, la corrupción, el compadrazgo, la impunidad y el tráfico de influencias. Por si eso fuera poco, estamos viviendo en un México en el que vale mas el dinero que nuestros niños.

La muestra... está a la vista de todos, niños en las calles, pidiendo dinero que ni siquiera es para ellos, porque son explotados por sus propios padres; niños de color amarillento por falta de alimento, niños obesos por mala calidad de sus alimentos, niños golpeados por sus padres -a nadie nos han enseñado a educar a los niños, pero para muchos parece que la forma mas fácil es pegándoles-. Pero hay casos igual o mas graves, y son los que se refieren a los niños que han muerto o desaparecido, y ni siquiera de les hace la debida justicia. Ejemplos, tenemos tres principales: el caso de la Guardería ABC en Sonora, El caso del albergue Casitas del Sur, y el caso de la niña Paulette Gevara. En los tres casos se observa la mano de un poder protector y promotor de la impunidad, un poder político y económico que no valora la vida de sus semejantes aunque estos sean unos pobres niños indefensos. Vemos las caras de todos los inculpados paseándose con toda la desfachatez que caracteriza a las bestias inconscientes, presentando sus caras a los medios gozando de lo que creen es la buena vida -que por cierto se dan gracias al pueblo, para quien no demuestran el menor respeto ni el menor compromiso- sin considerar por un momento que la justicia les llegará de una forma o de otra.

Se ha dicho que los niños son el futuro de los pueblos, otros han dicho que son el presente; yo solo pienso que son niños. Retrocedamos en el tiempo, regresemos a ser niños de nuevo, y pensemos... ¿nos gusto como nos trataron?, ¿no?, entonces no trates de esa misma forma a tus hijos; ¿si te gusto como te trataron? trata de esa forma a tus hijos. Para educarlos, primero edúcate.

En verdad estamos en los últimos días, y son éstos, los que debemos aprovechar para corregir lo que hemos hecho mal. Que el fin del mundo el niño lo enfrente como un niño feliz, y el adulto como alguien pleno, responsable, justo y tranquilo.


Apocalipsis 3:16