Porque el derecho de decir lo que pienso y lo que siento me fue dado por los Dioses, no me podrá ser quitado por los hombres, sin que éstos, tarde o temprano, paguen el justo precio.
domingo, 13 de marzo de 2011
En el peor de los ca
En el peor de los casos recordemos... Matan más las balas que la mota.
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