Comenta en Twitter Susana Moscatel (@SusanaMoscatel): "Sacaron al público de las salas donde se estaba proyectando Presunto Culpable. La función de las 17:00. Les ofrecen Natalie Portman en vez". Y es que precisamente hoy 7 de marzo de 2011, se suspendió de forma "provisional" la exhibición de la película documental "Presunto Culpable". El documental pone el dedo en la llaga, al mostrar las principales deficiencias del sistema judicial mexicano, pero lo mas lamentable es que demuestra que lo peor de nuestro sistema judicial es precisamente la gente que se encarga de esas labores de "impartición de justicia". Aunque el tema tratado en dicha cinta dista mucho de ser nuevo o desconocido, si es importante mencionar que nunca se había documentado de esa manera y mucho menos se había presentado, a los ciudadanos en general, a través de las salas cinematográficas. Antonio Zuñiga tristemente se convierte en celebridad, mas que por otra cosa, por haber sido víctima de un auténtico crimen; sí, un crimen perpetrado contra su persona por elementos de la policía judicial, la agente del ministerio público Marisela Miranda y el juez Héctor Palomares: en efecto, estas personas que menciono son los criminales principales de la película, porque sin tener las pruebas pertinentes, culparon a Antonio Zuñiga de un homicidio que no cometió, por lo que se le condenó a 20 años de prisión. No comento mas pormenores de la película, porque no se trata de hacer aquí una reseña de la misma, sino de observar otras cuestiones importantes: 1) la agente del ministerio público, así como el juez, demuestran una incompetencia tal, que se vuelve peligrosa para cualquier persona, que por error, pudiera caer en sus manos; 2) a pesar del error cometido contra la libertad de un ser humano, nunca hay forma de resarcir el daño causado a la víctima de la incompetencia de sus juzgadores. Todo este daño fue causado simplemente por considerar a Antonio Zuñiga, presunto culpable de homicidio.
Aunque no parezca que existe relación alguna, tenemos otro caso en el que la incompetencia de los encargados de impartición de justicia, termina ocasionando un mal mayor que el mal original; me refiero al ya famoso y triste caso del homicidio de Marisela Escobedo. Los jueces Catalina Ochoa, Nezahualcóyotl Zuñiga y Rafael Boudid, en su veredicto final, dejan libre a Sergio Barraza, asesino confeso de Rubí Freyre, hija de Marisela Escobedo. En este caso, los mentados jueces consideran que la confesión del inculpado no se puede considerar como prueba contundente de su culpabilidad. El resultado de tal acción desembocó en la muerte de Marisela Escobedo, que fue vilmente asesinada frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua, mientras realizaba un plantón en reclamo de la decisión tomada por los jueces mencionados. En este caso podemos observar otros dos puntos mas graves que los del caso anterior: 1) la incapacidad de los jueces de este caso, los lleva a desestimar una confesión de homicidio, y dejan en libertad a un verdadero asesino; 2) el error cometido, en este caso no significó la pérdida de la libertad de nadie inocente, sino que fue la causa principal de la pérdida de la vida de una persona. Todos los males siguientes que se generaron de este caso, se debieron a que los jueces encargados del mismo, consideraron a un asesino, presunto inocente.
El sello común, y principal problema, de los dos casos anteriores sin duda es la indolencia e irresponsabilidad con la que los jueces involucrados tratan, ya no a la ley, sino a las personas, así como una constante intención de abusar del poder, y de forma clara podemos ver la ignorancia que tienen con respecto al conocimiento necesario para realizar sus funciones. Hasta no ver que se haga verdadera justicia y se sancione a los jueces de los dos casos y a la ministerio público del caso Antonio Zuñiga, no podremos decir que hay una verdadera intención de corregir el problema, sino al contrario. Aunado a la impunidad de que gozan los responsables de estas arbitrariedades, vemos en especial la forma en la que el Procurador de Justicia del Distrito Federal, Miguel Mancera, trata el asunto de la ministerio público Marisela Miranda, a quién en vez de remover de su cargo de forma inmediata, la mandan a un cursillo, según para que aprenda a interrogar, cuando se supone que si va a ejercer el puesto de agente del ministerio público, es porque tiene al menos los conocimientos básicos necesarios para realizar esa función. Por otra parte, los daños causados a inocentes por esta bola de incapaces, nunca son considerados, como si los ciudadanos simplemente no importaran; por lo visto se les olvida que son los ciudadanos quienes pagan sus magníficos e inmerecidos salarios: cobran demasiado bien para ser tan inútiles y sinvergüenzas.
Ahora, a los mexicanos solo nos quedan dudas con respecto a la impartición de justicia en nuestro país... ¿Quién será el próximo culpable al que presuman inocente para que siga delinquiendo?, o ¿Quién será el próximo inocente al que la estupidez de los juzgadores presuma culpable y le corten su libertad y sus derechos sin razón alguna?. No nos queda mas que desear que prive la verdad, porque quién ataca a la verdad, por la verdad será juzgado y castigado; y el juicio verdadero no es el de los juzgadores, sino el de los pueblos, que son siempre los que dictan los veredictos finales.
P.D. El día 8 de marzo de 2011 el Sexto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa, revocó el retiro de Presunto Culpable de las salas cinematográficas, o sea que solo el lunes 7 de marzo no estuvo en exhibición, a partir del día 8 de marzo la película volvió normalmente a las salas de cine.
Aunque no parezca que existe relación alguna, tenemos otro caso en el que la incompetencia de los encargados de impartición de justicia, termina ocasionando un mal mayor que el mal original; me refiero al ya famoso y triste caso del homicidio de Marisela Escobedo. Los jueces Catalina Ochoa, Nezahualcóyotl Zuñiga y Rafael Boudid, en su veredicto final, dejan libre a Sergio Barraza, asesino confeso de Rubí Freyre, hija de Marisela Escobedo. En este caso, los mentados jueces consideran que la confesión del inculpado no se puede considerar como prueba contundente de su culpabilidad. El resultado de tal acción desembocó en la muerte de Marisela Escobedo, que fue vilmente asesinada frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua, mientras realizaba un plantón en reclamo de la decisión tomada por los jueces mencionados. En este caso podemos observar otros dos puntos mas graves que los del caso anterior: 1) la incapacidad de los jueces de este caso, los lleva a desestimar una confesión de homicidio, y dejan en libertad a un verdadero asesino; 2) el error cometido, en este caso no significó la pérdida de la libertad de nadie inocente, sino que fue la causa principal de la pérdida de la vida de una persona. Todos los males siguientes que se generaron de este caso, se debieron a que los jueces encargados del mismo, consideraron a un asesino, presunto inocente.
El sello común, y principal problema, de los dos casos anteriores sin duda es la indolencia e irresponsabilidad con la que los jueces involucrados tratan, ya no a la ley, sino a las personas, así como una constante intención de abusar del poder, y de forma clara podemos ver la ignorancia que tienen con respecto al conocimiento necesario para realizar sus funciones. Hasta no ver que se haga verdadera justicia y se sancione a los jueces de los dos casos y a la ministerio público del caso Antonio Zuñiga, no podremos decir que hay una verdadera intención de corregir el problema, sino al contrario. Aunado a la impunidad de que gozan los responsables de estas arbitrariedades, vemos en especial la forma en la que el Procurador de Justicia del Distrito Federal, Miguel Mancera, trata el asunto de la ministerio público Marisela Miranda, a quién en vez de remover de su cargo de forma inmediata, la mandan a un cursillo, según para que aprenda a interrogar, cuando se supone que si va a ejercer el puesto de agente del ministerio público, es porque tiene al menos los conocimientos básicos necesarios para realizar esa función. Por otra parte, los daños causados a inocentes por esta bola de incapaces, nunca son considerados, como si los ciudadanos simplemente no importaran; por lo visto se les olvida que son los ciudadanos quienes pagan sus magníficos e inmerecidos salarios: cobran demasiado bien para ser tan inútiles y sinvergüenzas.
Ahora, a los mexicanos solo nos quedan dudas con respecto a la impartición de justicia en nuestro país... ¿Quién será el próximo culpable al que presuman inocente para que siga delinquiendo?, o ¿Quién será el próximo inocente al que la estupidez de los juzgadores presuma culpable y le corten su libertad y sus derechos sin razón alguna?. No nos queda mas que desear que prive la verdad, porque quién ataca a la verdad, por la verdad será juzgado y castigado; y el juicio verdadero no es el de los juzgadores, sino el de los pueblos, que son siempre los que dictan los veredictos finales.
P.D. El día 8 de marzo de 2011 el Sexto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa, revocó el retiro de Presunto Culpable de las salas cinematográficas, o sea que solo el lunes 7 de marzo no estuvo en exhibición, a partir del día 8 de marzo la película volvió normalmente a las salas de cine.
Apocalipsis 3:16
No hay comentarios:
Publicar un comentario