De leopardos, hienas, buitres y gusanos.
En un documental de la vida animal en el que estudiaban a una especie de antílope, llamado Antílope Sable, pasaron una escena muy interesante: el antílope, animal herbívoro de un tamaño grande, se acerca confiado a un pastizal en el que se pueden apreciar pastos altos; evidentemente escoge esa área en especial por ser la que mejor alimento le puede proveer, pero justo detrás de dicho pastizal, se encuentra agazapado un peligroso y agresivo leopardo; el felino es casi invisible gracias a su pelaje que le permite camuflarse casi en su totalidad; el antílope evidentemente no nota a su depredador, por lo que se acerca sin imaginar lo que le tiene deparado su destino; al estar a una distancia de escasamente un metro, de un solo salto, a una velocidad de rayo, el leopardo salta sobre el antílope y con sus fuertes garras, perforando la carne de sus costillas hasta llegar al hueso, lo arrastra hacia él para morderle la garganta; ya con el leopardo en la garganta, el enorme antílope se sacude, brinca y emite un sonido similar a un quejido, pero el depredador ya no lo suelta, y solo es cuestión de tiempo... el antílope ha caído vencido, muerto; sin mas, el leopardo comienza a devorarlo abriendo su abdomen y extrayendo sus vísceras; literalmente el leopardo esta teniendo un delicioso festín, hasta que comienzan a llegar algunos invitados inesperados; un grupo de hambrientas hienas, como cuatro o cinco, emitiendo ese sonido similar a risa burlona, se acercan al cadáver del antílope; el leopardo pone algo de resistencia, por lo que las hienas a pesar de estar en grupo retroceden; otros invitados indeseables hacen su aparición, varios buitres aterrizan cerca de la escena e inmediatamente se acercan también al antílope muerto; entre las hienas y los buitres comienzan a asediar al leopardo hasta que a regaña dientes, no le queda mas remedio que abandonar el cuerpo de su víctima para que ahora sea devorado por la hienas y los buitres; una vez que los carroñeros han comido hasta hartarse, poco a poco comienzan a hacer su aparición los últimos participantes de la comida, los gusanos, quienes a pesar de ser millares, dada su incapacidad de lucha, no les queda mas que conformarse con la poca carne y pellejo que queda pegada a los huesos. En toda esta escena que acabo de contar cabe mencionar algo muy curioso, y es que las hienas no agreden a los buitres ni viceversa, sino que ambas especies a pesar de ser tan diferentes, se dedican a comer lo mas posible en el menor tiempo, tratando de aprovechar lo mas posible la carroña arrebatada al leopardo; a ninguna de las dos especies le importa si el antílope alguna vez tuvo vida o no, ese no es su objetivo.
Y bueno ahora la pregunta es: ¿Porqué este asunto del antílope, el leopardo, las hienas, los buitres y los gusanos?. La respuesta es: por la sencilla razón de que algo tal vez no idéntico, pero a lo mejor con características similares, se puede observar en torno al asunto de las próximas elecciones de Gobernador en el Estado de México. Reconstruyamos la escena anterior y asignemos los personajes de la siguiente manera: antílope, todo el Estado de México; leopardo, el PRI; hienas, el PRD; y buitres, el PAN. Ahora imaginemos al leopardo PRI, camuflado en los discursos demagógicos y en los insulsos obsequios, que de hecho tiene ya muchos años que cazó al antílope Estado de México, las mismas décadas que lleva devorándolo, extrayéndole sus recursos sólo en beneficio de la oligarquía priísta; una de las épocas de mayor depredación por parte del leopardo PRI fue precisamente la de Arturo Montiel, quién después de haberse hartado, y tratando de ocultar el hartazgo, impuso a uno de sus cachorros, Enrique Peña Nieto, para que lo encubriera y siguiera devorando al antílope Estado de México. Pasemos ahora con las hienas PRD, que desean parte de la presa; sin embargo a pesar de contar con muchos elementos, consideran que no tienen la capacidad de enfrentar al leopardo PRI, o por lo menos eso es lo llevan un tiempo pregonando; al parecer la supuesta fuerza del leopardo, los sigue intimidando. Y finalmente, los mas débiles y oportunistas, los buitres PAN, que no cuentan con ninguna posibilidad contra el leopardo PRI, por lo que su única alternativa es aliarse con las hienas y en caso de que puedan eliminar al leopardo, devorar junto con las hienas todas las sobras que le han arrebatado al leopardo, o sea los tristes y mas secos despojos del antílope Estado de México. La alianza de las hienas PRD y los buitres PAN, no deja de ser una de esas cosas extrañas en toda esta escena porque definitivamente son especies muy diferentes, o por lo menos han dicho serlo; sin embargo tratándose de depredar la carroña sobrante, entonces si pueden llegar a acuerdos. ¿Y los gusanos?...
Moraleja: Labor importante de los ciudadanos defender los pueblos de los políticos depredadores, quienes camuflados en la falsedad del discurso y apariencia, solo persiguen su propio alimento, y solo están a la espera de la oportunidad de ensartar las garras y soltar la mordida letal; porque después de ellos siempre llegarán los políticos hienas y/o buitres, con la promesa de la aparente salvación, para acabar con lo todavía comible; y los gusanos... ante tanta depredación y saqueo, los ciudadanos somos los que corremos el riesgo de ser los gusanos de la historia, teniendo que conformarnos con lo mas miserable, con la carne pegada al hueso.
Apocalipsis 3:16