Porque el derecho de decir lo que pienso y lo que siento me fue dado por los Dioses, no me podrá ser quitado por los hombres, sin que éstos, tarde o temprano, paguen el justo precio.
martes, 13 de septiembre de 2011
En tus ojos, la luz de las estrellas; en tu boca el néctar de las flores; y en toda tú, la belleza ilimitada.
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