¡Tremenda sorpresa!... Eruviel Avila gana de una forma contundente las elecciones de Gobernador en el Estado de México; según la información que circula por los medios lo hizo con una diferencia de más del 60%. Definitivamente el resultado es una sorpresa para muchos, en especial para Eruviel mismo, tanto que sin duda no lo cree, y no le queda otro remedio que tomar la pose de ganador, presentando su sonrisa hipócrita y su carota de sin vergüenza. La maquinaria priísta, se sorprendió a sí misma ¡Caramba! Cuanto han evolucionado y perfeccionado el arte de la transa, el fraude y demás habilidades en el terreno de la fechoría electoral; cosa que parece enorgullecerles en vez de avergonzarles ¿Pero como no se van a enorgullecer de sus acciones ilícitas y deshonestas, si les dejan tanto dinero y tanta prebenda? Para estas personas solo vale el que tiene, o sabe como tener (aunque sea a la mala), y los demás... a esos que se los cargue el payaso. Pero volviendo al asunto, por razón lógica, Alejandro Encinas parece no estar conforme, y como lo va a estar, si literalmente le están queriendo ver la cara de menso, y no solo a él, sino a muchísimos mexiquenses que en verdad esperaban un cambio en su Estado. 60% ¿Quién les puede creer semejante diferencia? ¿Acaso creen que el Estado de México está poblado de varios millones de inconscientes? Esa cifra está tan inflada, que demuestran con ese hecho, que están haciendo un experimento con la población de EDOMEX, si esta transa funciona, no dudemos que nos digan en el 2012, que Peña Nieto ganó por el 80% a Andrés Manuel López Obrador.
Por otro lado, nunca falta la del chillón; la del que siente que todo mundo tiene la culpa de lo que pasa, menos él; aquél que siempre busca a quién colgarle el muertito; pero lo peor, es cuando ese alguien se supone que es de los tuyos. Guadalupe Acosta culpa a Andrés Manuel López Obrador, no solo por haber perdido la elección de gobernador de Nayarit, sino también de paso, de toda la debacle del PRD; como si Andrés Manuel tuviera la culpa de la falta de talento de Guadalupe Acosta, así como de su falta de carisma; Luis Sánchez, Dirigente del PRD en EDOMEX, secunda la acusación de que las recientes derrotas electorales son culpa del Peje por no haber aceptado la alianza del PRD con el PAN. Ahora cabe observar una situación, en efecto, Andrés Manuel se opuso a las alianzas con el PAN, pero él no tuvo el poder de decisión, y su oposición fue meramente verbal; fue el PRD de EDOMEX el único responsable de no haber ido en alianza con el PAN. Ahora bien, la oposición a la alianza con el PAN, no fue una postura nada mas de AMLO, sino que fue una postura de muchos mexiquenses ante lo que es una política de la irrealidad; nada mas falso que una alianza entre el partido de extrema derecha, con el partido de extrema izquierda; nada mas hipócrita que la unión del partido de los ricos empresarios, con el partido de los pobres trabajadores; nada mas inmoral que la unión del partido de los "ultra católicos", con el de los partidarios del aborto y los matrimonios gay. En efecto el PRD se encuentra en una debacle, pero no fue causada por López Obrador, sino por la política agachona, rastrera y lame-colas que ha impuesto la Nueva Izquierda, corriente interna contraria precisamente a AMLO, y favorable a los deseos de Calderón. Santiago Creel se suma y también culpa al Peje de que el PAN haya hecho el más grande ridículo de los últimos años, y es que, lo que dice el senador Creel, es que el resultado se debe al incumplimiento del PRD de ir en alianza con su partido.
Otro de los culpables que figuran en la lista, desde el punto de vista del mismo Alejandro Encinas, es... ¡El Dinosaurio! ¡Ay nanita! La verdad es que el señor Encinas no especifica de que dinosaurio habla, y no queda muy claro si es todo el PRI, el Grupo Atlacomulco, Enrique Peña, Eruviel Avila o de plano el Barney; pero dice que de un coletazo ¡Zas! Lo mando al segundo lugar con un 60% de desventaja. Definitivamente descartaremos a Barney, que es un dinosaurio parecido a Chabelo, amigo de todos los niños; pero de los otros posibles dinosaurios, pues si vale la pena ver quién podría ser el culpable:
Empezaremos con el que podría ser el primer dinosaurio que menciona Encinas, todo el PRI: ciertamente se ha dado la costumbre de relacionar al PRI con un dinosaurio, eso debido a su gran tamaño y a su antigüedad, hoy el PRI es el partido político más viejo y más amañado, ha consolidado su poder de todas las formas posibles, y en algunos momentos de su historia ha contado con personajes ilustres; pero una vez que se acabaron sus personajes ilustres, empezó a recurrir a personajes siniestros y carroñeros, faltos de moral y bien entrenados en la corrupción; también entre los priístas figuran grandes asesinos como Díaz Ordaz y Luis Echeverría, y grandes ladrones como todos los que gobernaron de 1976 hasta el 2000; lo que en realidad lo ha convertido en un peligroso monstruo depredador. A pesar de lo anterior, el PRI no es el culpable de que Encinas haya perdido en el Estado de México, simplemente porque no puedes culpar a una organización que se fija un objetivo, y lo cumple caiga quién caiga, y pierda quién pierda; su escasa moral no les permite, ni asumir culpas, si sentir remordimientos por sus acciones cada vez mas envilecidas y contrarias a toda idea de civilidad.
El segundo dinosaurio, el Grupo Atlacomulco: yo creo que no sería el dinosaurio completo, yo creo que es sólo la cabeza; que por cierto fue formada por el maestro normalista mas rico de la historia, el señor Carlos Hank González; a partir de su formación, el Grupo Atlacomulco empezó a cambiar la visión del PRI, dejando los valores originales en último lugar, y convirtió la organización en un lucrativo negocio de cuates y de familia; todavía hoy por hoy, sus candidatos a gobernadores o a presidentes de la República, o pertenecen al Grupo, o cuentan con su autorización; el Grupo Atlacomulco es el que aprendió a utilizar a los militantes ganapanes otorgándoles las ayudas más absurdas y miserables a cambio de lealtad, situación que ha sido la base principal de su fuerza política. El Grupo Atlacomulco, tampoco es el culpable, simplemente porque para este grupo, lo importante es conservar su posición de poder y de mando a nivel nacional, sin importar que se lleven entre las patas a millones de mexicanos inocentes, trabajadores, honestos, o sea a toda la gente diferente a ellos.
El que podría ser el tercer dinosaurio, sería Peña Nieto, y en efecto es algo así como un velociraptor de esos que, según los paleontólogos, pudieron haber tenido un extraño copete de algo parecido a las actuales plumas de ave; ciertamente Peña Nieto actuó como un velociraptor, utilizó su habilidad, su astucia, su oportunismo, pero sobre todo su buena relación con otro velociraptor anterior a él, Arturo Montiel; de forma tal que cazó al Estado de México, y hasta la fecha lo sigue depredando; su más grande anhelo es evolucionar para convertirse en un T-Rex, como Salinas o Zedillo, para depredar a toda la República. Peña Nieto tampoco es el culpable de la derrota de Encinas ¿Por qué? Pues simple y sencillamente hace lo que hacía aquella especie de dinosaurio, dejar las sobras para que las sigan engullendo, los débiles o los jóvenes de su manada, pero en este caso, además, Enrique Peña Nieto pretende tener el mayor número de velociraptores distribuidos por toda la república, para que de esa forma tenga el suficiente apoyo para alcanzar el grado del T-Rex; está por demás decir, que también la intención es tapar todas las transas y manejos indebidos, usando a su discípulo de tapadera.
El cuarto dinosaurio, Eruviel Avila, pues no es propiamente un dinosaurio, es un lagartijo, que a pesar de su apariencia inofensiva, en realidad es muy rápido, hábil y peligroso; él ya ha depredado parte del Estado de México, en este caso el municipio de Ecatepec por dos períodos, por lo que consideraba que ya era tiempo de evolucionar a velociraptor, y haciendo uso de su rapidez y habilidad, se coló en la lista de los precandidatos al gobierno del Estado de México, y lo hizo con tal habilidad, que sorprendió al mismo Grupo Atlacomulco, que no tuvo mas opción que apoyarlo como si fuera uno de los suyos; aunque este lagartijo se siente en la silla del velociraptor, la realidad es que siempre tendrá que rendir cuentas a los dinosaurios que están por encima de él en la jerarquía, porque si en algún momento intenta salirse del redil, le puede pasar lo que ya le pasó a otro dinosaurio llamado Luis Donaldo Colosio. Eruviel tampoco es culpable de la derrota de Encinas, porque Eruviel ya no tiene salida, se metió en un pantano, y sólo sujetándose de la cola del dinosaurio anterior podrá sobrevivir, y si intenta soltarse y nadar para otra dirección, puede ser que la cola de la que se sujetaba, se vuelva contra él y lo termine de hundir.
Entonces ¿Quién es el culpable? Ningún dinosaurio es el culpable, la culpa es del pueblo mismo, que se sigue amedrentando ante el tamaño del dinosaurio y se resiste a enfrentarlo. Imaginemos por un momento que habrían hecho nuestros antepasados cavernarios ante un enfrentamiento con un dinosaurio: se habrían unido todos sin excepción, haciendo de lado toda diferencia de opinión, sin fijarse en el color de su piel, sin observar la calidad de las pieles que visten, sin envidiar los utensilios poseídos por el otro; simplemente, nada les habría importado mas que el objetivo común, derribar al dinosaurio; y así, a punta de pedradas, palazos y lanzazos, lo habrían derribado, y no sólo a uno, sino a todos los dinosaurios que se cruzaran por su camino, porque la unión de deseos y voluntades es indestructible.
Ahora en EDOMEX, no importa quién gano o quién perdió, importa que piensan hacer los mexiquenses por defender lo que es suyo, sobre todo su voluntad, porque a un pueblo que se le roba la voluntad, es cuestión de tiempo, que le roben todo.
Por otro lado, nunca falta la del chillón; la del que siente que todo mundo tiene la culpa de lo que pasa, menos él; aquél que siempre busca a quién colgarle el muertito; pero lo peor, es cuando ese alguien se supone que es de los tuyos. Guadalupe Acosta culpa a Andrés Manuel López Obrador, no solo por haber perdido la elección de gobernador de Nayarit, sino también de paso, de toda la debacle del PRD; como si Andrés Manuel tuviera la culpa de la falta de talento de Guadalupe Acosta, así como de su falta de carisma; Luis Sánchez, Dirigente del PRD en EDOMEX, secunda la acusación de que las recientes derrotas electorales son culpa del Peje por no haber aceptado la alianza del PRD con el PAN. Ahora cabe observar una situación, en efecto, Andrés Manuel se opuso a las alianzas con el PAN, pero él no tuvo el poder de decisión, y su oposición fue meramente verbal; fue el PRD de EDOMEX el único responsable de no haber ido en alianza con el PAN. Ahora bien, la oposición a la alianza con el PAN, no fue una postura nada mas de AMLO, sino que fue una postura de muchos mexiquenses ante lo que es una política de la irrealidad; nada mas falso que una alianza entre el partido de extrema derecha, con el partido de extrema izquierda; nada mas hipócrita que la unión del partido de los ricos empresarios, con el partido de los pobres trabajadores; nada mas inmoral que la unión del partido de los "ultra católicos", con el de los partidarios del aborto y los matrimonios gay. En efecto el PRD se encuentra en una debacle, pero no fue causada por López Obrador, sino por la política agachona, rastrera y lame-colas que ha impuesto la Nueva Izquierda, corriente interna contraria precisamente a AMLO, y favorable a los deseos de Calderón. Santiago Creel se suma y también culpa al Peje de que el PAN haya hecho el más grande ridículo de los últimos años, y es que, lo que dice el senador Creel, es que el resultado se debe al incumplimiento del PRD de ir en alianza con su partido.
Otro de los culpables que figuran en la lista, desde el punto de vista del mismo Alejandro Encinas, es... ¡El Dinosaurio! ¡Ay nanita! La verdad es que el señor Encinas no especifica de que dinosaurio habla, y no queda muy claro si es todo el PRI, el Grupo Atlacomulco, Enrique Peña, Eruviel Avila o de plano el Barney; pero dice que de un coletazo ¡Zas! Lo mando al segundo lugar con un 60% de desventaja. Definitivamente descartaremos a Barney, que es un dinosaurio parecido a Chabelo, amigo de todos los niños; pero de los otros posibles dinosaurios, pues si vale la pena ver quién podría ser el culpable:
Empezaremos con el que podría ser el primer dinosaurio que menciona Encinas, todo el PRI: ciertamente se ha dado la costumbre de relacionar al PRI con un dinosaurio, eso debido a su gran tamaño y a su antigüedad, hoy el PRI es el partido político más viejo y más amañado, ha consolidado su poder de todas las formas posibles, y en algunos momentos de su historia ha contado con personajes ilustres; pero una vez que se acabaron sus personajes ilustres, empezó a recurrir a personajes siniestros y carroñeros, faltos de moral y bien entrenados en la corrupción; también entre los priístas figuran grandes asesinos como Díaz Ordaz y Luis Echeverría, y grandes ladrones como todos los que gobernaron de 1976 hasta el 2000; lo que en realidad lo ha convertido en un peligroso monstruo depredador. A pesar de lo anterior, el PRI no es el culpable de que Encinas haya perdido en el Estado de México, simplemente porque no puedes culpar a una organización que se fija un objetivo, y lo cumple caiga quién caiga, y pierda quién pierda; su escasa moral no les permite, ni asumir culpas, si sentir remordimientos por sus acciones cada vez mas envilecidas y contrarias a toda idea de civilidad.
El segundo dinosaurio, el Grupo Atlacomulco: yo creo que no sería el dinosaurio completo, yo creo que es sólo la cabeza; que por cierto fue formada por el maestro normalista mas rico de la historia, el señor Carlos Hank González; a partir de su formación, el Grupo Atlacomulco empezó a cambiar la visión del PRI, dejando los valores originales en último lugar, y convirtió la organización en un lucrativo negocio de cuates y de familia; todavía hoy por hoy, sus candidatos a gobernadores o a presidentes de la República, o pertenecen al Grupo, o cuentan con su autorización; el Grupo Atlacomulco es el que aprendió a utilizar a los militantes ganapanes otorgándoles las ayudas más absurdas y miserables a cambio de lealtad, situación que ha sido la base principal de su fuerza política. El Grupo Atlacomulco, tampoco es el culpable, simplemente porque para este grupo, lo importante es conservar su posición de poder y de mando a nivel nacional, sin importar que se lleven entre las patas a millones de mexicanos inocentes, trabajadores, honestos, o sea a toda la gente diferente a ellos.
El que podría ser el tercer dinosaurio, sería Peña Nieto, y en efecto es algo así como un velociraptor de esos que, según los paleontólogos, pudieron haber tenido un extraño copete de algo parecido a las actuales plumas de ave; ciertamente Peña Nieto actuó como un velociraptor, utilizó su habilidad, su astucia, su oportunismo, pero sobre todo su buena relación con otro velociraptor anterior a él, Arturo Montiel; de forma tal que cazó al Estado de México, y hasta la fecha lo sigue depredando; su más grande anhelo es evolucionar para convertirse en un T-Rex, como Salinas o Zedillo, para depredar a toda la República. Peña Nieto tampoco es el culpable de la derrota de Encinas ¿Por qué? Pues simple y sencillamente hace lo que hacía aquella especie de dinosaurio, dejar las sobras para que las sigan engullendo, los débiles o los jóvenes de su manada, pero en este caso, además, Enrique Peña Nieto pretende tener el mayor número de velociraptores distribuidos por toda la república, para que de esa forma tenga el suficiente apoyo para alcanzar el grado del T-Rex; está por demás decir, que también la intención es tapar todas las transas y manejos indebidos, usando a su discípulo de tapadera.
El cuarto dinosaurio, Eruviel Avila, pues no es propiamente un dinosaurio, es un lagartijo, que a pesar de su apariencia inofensiva, en realidad es muy rápido, hábil y peligroso; él ya ha depredado parte del Estado de México, en este caso el municipio de Ecatepec por dos períodos, por lo que consideraba que ya era tiempo de evolucionar a velociraptor, y haciendo uso de su rapidez y habilidad, se coló en la lista de los precandidatos al gobierno del Estado de México, y lo hizo con tal habilidad, que sorprendió al mismo Grupo Atlacomulco, que no tuvo mas opción que apoyarlo como si fuera uno de los suyos; aunque este lagartijo se siente en la silla del velociraptor, la realidad es que siempre tendrá que rendir cuentas a los dinosaurios que están por encima de él en la jerarquía, porque si en algún momento intenta salirse del redil, le puede pasar lo que ya le pasó a otro dinosaurio llamado Luis Donaldo Colosio. Eruviel tampoco es culpable de la derrota de Encinas, porque Eruviel ya no tiene salida, se metió en un pantano, y sólo sujetándose de la cola del dinosaurio anterior podrá sobrevivir, y si intenta soltarse y nadar para otra dirección, puede ser que la cola de la que se sujetaba, se vuelva contra él y lo termine de hundir.
Entonces ¿Quién es el culpable? Ningún dinosaurio es el culpable, la culpa es del pueblo mismo, que se sigue amedrentando ante el tamaño del dinosaurio y se resiste a enfrentarlo. Imaginemos por un momento que habrían hecho nuestros antepasados cavernarios ante un enfrentamiento con un dinosaurio: se habrían unido todos sin excepción, haciendo de lado toda diferencia de opinión, sin fijarse en el color de su piel, sin observar la calidad de las pieles que visten, sin envidiar los utensilios poseídos por el otro; simplemente, nada les habría importado mas que el objetivo común, derribar al dinosaurio; y así, a punta de pedradas, palazos y lanzazos, lo habrían derribado, y no sólo a uno, sino a todos los dinosaurios que se cruzaran por su camino, porque la unión de deseos y voluntades es indestructible.
Ahora en EDOMEX, no importa quién gano o quién perdió, importa que piensan hacer los mexiquenses por defender lo que es suyo, sobre todo su voluntad, porque a un pueblo que se le roba la voluntad, es cuestión de tiempo, que le roben todo.
Apocalipsis 3:16
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