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Porque el derecho de decir lo que pienso y lo que siento me fue dado por los Dioses, no me podrá ser quitado por los hombres, sin que éstos, tarde o temprano, paguen el justo precio.


jueves, 27 de enero de 2011

La visita de Hillary Clinton y los dedos en la llaga.

La visita de Hillary Clinton y los dedos en la llaga.

Con un fuerte operativo de seguridad, que por cierto nos cuesta bastante dinero a los mexicanos, recibieron hoy en el Estado de Guanajuato a la Secretaria de Estado de los Estados Unidos, Hillary Clinton. El día pareció de fiesta: como siempre los políticos lambiscones, ostentando enormes e hipócritas sonrisas, mostraron su beneplácito ante la visita de la Secretaria de Estado; y como suelen hacerlo en esas situaciones, llevaron niños de alguna escuela cercana que ondeaban pequeñas banderas de los Estados Unidos, niños que sin saberlo, ondeaban la bandera del invasor. El Gobernador de Guanajuato Juan Manuel Oliva y el Presidente Municipal de Guanajuato Nicéforo Guerrero, acompañaron a Hillary Clinton hasta el Teatro Juárez, en donde le ofrecieron una comida. Después de eso, la famosa Hillary y Patricia Espinosa, Secretaria de Relaciones Exteriores, dieron una conferencia de prensa, en la que las mentiras demagógicas y los halagos a la guerra calderonista fueron el tema principal; Hillary comentó que entregaría al Gobierno de México poco mas de 500 millones de dólares para apoyar la lucha contra el crimen. Al concluir la conferencia de prensa, la Secretaria de Estado de los Estados Unidos se reuniría a puerta cerrada con Felipe Calderón en los Pinos.

Hillary Clinton no dejó pasar la oportunidad para mostrar su respaldo a la lucha contra el crimen de Calderón, pero valdría la pena preguntar: ¿Pensaría lo mismo, si los 34,000 muertos que van en la cuenta fueran gringos?. Lo que si es importante aclarar es que si se está a favor de la guerra contra el crimen de Calderón, se está contra el pensamiento y sentimiento de muchos mexicanos, lo que nos muestra una vez más que a los gringos no les interesa ni siquiera lo que pensemos, por lo que es de suponer, que en efecto, la guerra contra el crimen tiene otros fines distintos a los que nos han dicho; que por cierto han de ser favorables a los intereses de los Estados Unidos. En los pinos, el vasallo Calderón extenderá sus "manos limpias" para recibir la limosna con la que compromete a todo un pueblo, y digo limosna porque esos 500 millones de dólares solo son la centésima parte de lo que un solo hombre, apoyado por las influencias y el favoritismo, puede acumular en México, me refiero a Carlos Slim. Barato compran los gringos nuestra soberanía, cuando encuentran a los inmorales apátridas dispuestos a venderla; y quienes por dinero o "poder", venderían hasta a su madre. Con poco dinero los gringos aseguran su intervención y posiblemente una militarización de nuestro territorio. Con 500 millones de dólares, los gringos alquilan un ejército dispuesto a apuntar sus armas contra su propio pueblo y contra su propia sangre.

Los mexicanos no necesitamos "ayuda" de los gringos, lo que necesitamos es respeto a nuestra soberanía y a nuestra facultad para resolver nuestros problemas; no necesitamos limosnas, necesitamos que no nos despojen de nuestras riquezas naturales y no se exploten en beneficio de transnacionales. Cualquier otra forma de ayuda es solo un disfraz, es vestir al lobo con traje de cordero, es comprar lealtades de corruptos a precio de migajas y es hincar un pueblo ante el yugo del traidor.

En realidad, la visita de Hillary Clinton solo viene a poner los dedos en la llaga, porque viene a hacer mas grande un problema sangriento, y viene a premiar al enemigo interno. Su presencia solo nos recuerda el dominio del que hemos sido víctimas por tantos años, y del peligro constante que nos representa nuestro vecino del norte. Llegó a decirnos que solo somos 100 millones de esclavos del imperio del capital. Pero también con su llegada nos invita a la reflexión y a cuestionar: ¿Realmente los mexicanos necesitamos ayuda de pueblos extranjeros?. La respuesta a la pregunta es no, lo que necesitamos es aprender a caminar hacia el mismo destino, aprender a ayudar al prójimo y a aprender, sobre todo, a tener dignidad y patriotismo, que son la base de las naciones fuertes, libres y soberanas.

Apocalipsis 3:16

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