Mohamed Bouazizi y la impotencia de los héroes.
Mohamed Bouazizi, joven de 26 años, originario de Túnez, se había graduado como Lic. en Informática, pero la situación de su país no le garantizó, a pesar del esfuerzo realizado para obtener el grado de estudios que ostentaba, que pudiera ejercer la carrera que lo había apasionado, y de la cual deseaba vivir. Mohamed buscó trabajo, pero se encontró con un mercado laboral estéril que en ningún lado le abriría siquiera una puerta en la que pudiera entrar y así poder ganar el dinero necesario para poder sobrevivir, él y su familia. Como todo joven con necesidad de ocupación, Mohamed emprendió la búsqueda de las opciones que pudiera tener a su alcance, pero por desgracia, las posibilidades eran pocas; y armándose de animo y de valor, decidió hacerse de un pequeño carrito, al cual abasteció con una variedad de frutas y legumbres. Mohamed, el Licenciado en Informática, ahora se encontraba por las calles de la ciudad de Sidi Bouzid, vendiendo sus nutritivos cócteles de frutas y verduras; había encontrado una forma de vivir, que si bien no era la que mas le agradaba, si le permitía vivir dignamente y dentro del marco de la honestidad.
Como siempre, todo iba bien, hasta que apareció el enemigo: el enemigo que acecha a todos por igual, y del que parece que no tenemos forma de escapar, el poder de nuestros opresores. El día 17 de diciembre de 2010, elementos de la policía de la ciudad de Sidi Bouzid, arremetieron contra Mohamed Bouazizi quitándole, con el pretexto de que no tenía los permisos necesarios, su pequeño carrito expendedor de frutas; y sin mas excusa, los policías lo abofetearon y lo humillaron delante de toda la gente que se encontraba en las cercanías del incidente. Después de los hechos, Mohamed se presentó ante las autoridades locales para manifestar su queja contra los policías que lo habían maltratado públicamente; pero lo único que recibió fue la indiferencia, y quizás la burla, de los supuestos representantes de la autoridad: los asuntos de un ciudadano contra los abusos de la autoridad, parecen no ser importantes a los ojos de los enemigos del pueblo. Ante tal frustración que Mohamed debió haber sentido, al punto de considerar que su vida no valía nada, el día 4 de enero de 2011, decidió bañarse con gasolina y prenderse fuego en frente del edificio del Gobierno Civil de la ciudad de Sidi Bouzid: murió debido a la gravedad de las lesiones provocadas por las terribles quemaduras que recibió en su protesta. La muerte de Mohamed Bouazizi, se considera como una de las situaciones desencadenantes de la actual crisis política en Túnez; después de esta inmolación el pueblo sacó todo lo que venía guardando contra sus políticos por mas de dos décadas.
Un caso similar al de Mohamed Bouazizi se presentó en México en el año de 2008, el 30 de septiembre, cuando el líder campesino Ramiro Guillén Tapia, en aquel entonces Presidente de la Comisión Pro Derechos Humanos A. C. de la Sierra de Soetapan, se prendió con gasolina frente a la sede del Poder Ejecutivo de Xalapa Veracruz, después de haber solicitado por mas de 8 años, la provisión de tierras de cultivo para su comunidad. Ramiro Guillén decidió inmolarse, al ver que las autoridades no sólo hacían caso omiso a su solicitud de tierras, sino que además, jamás se dignaron a recibirlo y a atenderlo como obliga el derecho de petición, que supuestamente, tenemos los ciudadanos. Ante estos hechos en Xalapa, la reacción por parte de la comunidad fue nula, o los medios de comunicación se encargaron muy bien de taparla, porque no se supo de ninguna reacción.
Estos dos personajes de los que hemos hablado, en verdad son héroes, porque el automartirio tal vez sea la expresión mas elevada de heroísmo, porque conlleva la no aceptación de las circunstancias que les son desfavorables, sin quebrantar sus valores o los derechos de otras personas; sin embargo a mi parecer, no es la forma mas adecuada de heroísmo. El automartirio mas bien es una muestra de un profundo sentimiento de soledad y desamparo; además de ser una medida desesperada, ante la apatía e indiferencia de los propios Hermanos. Todos los pueblos están llenos de héroes, el problema es que los héroes están desorganizados, o están esperando el momento de caer en desesperación para actuar contra las situaciones que les son negativas; por eso cada que surge un nuevo héroe, el primer enemigo a vencer es la impotencia. Solo la unión y la previsión de todos los héroes, pueden evitar estos casos desesperados y dolorosos, porque siempre nos recuerdan, que nosotros no estamos haciendo nada.
Mohamed Bouazizi y Ramiro Guillén Tapia, nos enseñan que es mejor morir que aceptar lo inaceptable; sin embargo todos debemos entender que lo inaceptable, llega por nuestra propia aceptación. No aceptar lo que no nos conviene desde el principio, es la tarea que tenemos todos lo héroes, porque el surgimiento de héroes aislados, no es mas que la clara muestra de la impotencia que tenemos como sociedad, de organizarnos para luchar por tener los pueblos que queremos.
Apocalipsis 3:16
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