Porque el derecho de decir lo que pienso y lo que siento me fue dado por los Dioses, no me podrá ser quitado por los hombres, sin que éstos, tarde o temprano, paguen el justo precio.
domingo, 1 de febrero de 2015
Las ideas buenas, que valen la pena, son duras y fijas como la piedra; las ráfagas de viento de las malas ideas, nunca podrán moverlas...
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