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Porque el derecho de decir lo que pienso y lo que siento me fue dado por los Dioses, no me podrá ser quitado por los hombres, sin que éstos, tarde o temprano, paguen el justo precio.


jueves, 5 de mayo de 2011

El Beato de la Impunidad.

El Beato de la Impunidad.

El pasado primero de mayo de 2011, la noticia de la beatificación de Juan Pablo II acaparaba los medios de comunicación dejando casi en el olvido otra de las mas importantes noticias anuales, ni mas ni menos que El Día Internacional del Trabajo. La televisión como es costumbre, prefirió dar mas tiempo al aire a una noticia llena de "santidad", en la que el famoso papa viajero se convertía (gracias a un milagrito que por ahí le tribuye una monjita francesa) en un beato de la iglesia católica; en vez de presentar en su lugar las multitudinarias marchas de trabajadores descontentos, que año con año se organizan para manifestarse en contra de las medidas de los gobiernos que cada vez afectan mas a su economía y a sus condiciones de vida; no deja de ser curioso que la iglesia haya escogido una fecha tan importante para las mayorías proletarias, al parecer con la clara intención de minimizar el Día del Trabajo, en favor de la beatificación de Juan Pablo II. Pero el nuevo beato de la iglesia católica es un personaje poco conocido, y como sucede con todas las personas, solo conoces la parte que te presentan o la parte de la que te hablan; evidentemente la iglesia católica suele hablar bien de todos sus sacerdotes, obispos, cardenales y en especial sus papas; pero hay algunos hechos de la vida de Juan Pablo II, que ameritan mas la condenación que la beatificación, sin embargo a la iglesia le conviene, por alguna razón que aún no sale a la luz, que Juan Pablo II sea beato.

Si revisamos el papel de Juan Pablo II en la historia contemporánea, veremos que era un personaje que tenía varias caras: la cara que daba a los pueblos y las caras que daba a los gobernantes, dictadores, capitalistas y demás poderosos; la cara que daba a los pueblos, a los ciudadanos comunes, era la de un viejito según muy piadoso, siempre con una sonrisa, y su mano en alto enviando bendiciones a diestra y siniestra; mientras que las caras que dio ante los poderosos, eran radicalmente opuestas y variadas, y siempre de acuerdo con la defensa de algún determinado interés político o económico. Veamos algunos de los hechos de más trascendencia en la vida política de Juan Pablo II, y veremos que se alejan mucho de lo piadoso y lo religioso:

1) cómplice de las dictaduras militares en América Latina. Recordemos la visita de Juan Pablo II al Palacio de la Moneda en Chile en el año de 1987, en donde el entonces papa se reuniría a escondidas con Augusto Pinochet, el macabro dictador y asesino chileno, culpable de miles de muertes y desapariciones en su país entre 1973 y 1990 ¿Qué tratarían en esa reunión Juan Pablo II con el dictador Pinochet? Antes de 1981 el Vaticano, a través del Banco Ambrosiano, financió las dictaduras militares de Chile, Argentina, Nicaragua, por lo que podemos suponer que la visita de Juan Pablo II a Pinochet algo tendría que ver con ese financiamiento. En 1984 el Premio Nobel de la Paz 1980, Adolfo Pérez Esquivel, acude ante Juan Pablo II en solicitud de ayuda, ya que durante la dictadura militar argentina (1976 a 1983) el sacerdote católico Christian von Wernich se ve implicado en la desaparición de mas de 84 niños, y otros delitos como secuestros, tortura y homicidios; la respuesta que Adolfo Pérez Esquivel recibió del entonces papa fue: "que se ocupara de los chicos de los países comunistas", y no movió ni un dedo en su ayuda.

2) aliado del imperialismo y el capitalismo. Esta cara de Juan Pablo II fue mas notable en el proceso político llamado Perestroika, que no fue otra cosa mas que el asesinato de la tan temida URSS en 1991. La Unión Soviética había sido comunista desde la segunda década del siglo XX, situación que contrario a los dichos de los países de economía capitalista, había convertido a dicho territorio en uno de los mas poderosos del mundo; de hecho después de la Segunda Guerra Mundial, la única oposición con la que contaban los EUA y sus Aliados era precisamente la Unión Soviética. Los países del bloque comunista jugaron un papel muy importante en el periodo de la posguerra, precisamente porque ayudaron a que existiera un equilibrio en los poderes de las naciones. Juan Pablo II como un defensor del capitalismo, fue uno de los orquestadores de la Perestroika, movimiento que se planeó en los EUA por órdenes de Ronald Reagan y que mediante la mediación de Juan Pablo II fue impuesto o sugerido al traidor mas grande la URSS, Mijaíl Gorbachov; después de este cambio; además de la desaparición de la URSS, la implantación de salarios de hambre que solo han polarizado la economía rusa, la liberación de los precios de productos básicos, y la absoluta caída del nivel de vida del pueblo ruso; el mundo literalmente se quedó sin defensa alguna ante el salvaje embate del capitalismo neoliberal.

3) encubridor de pederastas. En la década de los noventas saldrían a la luz algunas noticias, que si bien no eran nuevas, si se encontraban bastante ocultas, se iniciaba así toda una oleada de denuncias contra abusos sexuales cometidos por sacerdotes de la iglesia contra menores de edad en todo el mundo, incluido nuestro país. Al contar los casos de niños abusados por sacerdotes católicos, literalmente se puede llegar a miles de casos y siguen apareciendo mas. La reacción de Juan Pablo II a este fenómeno fue, en primera instancia, la ocultación de los hechos; en un acto que de forma automática se convertía en complicidad del sumo pontífice con los agresores sexuales. Cabe mencionar que no solo salieron a la luz casos de abusos sexuales, sino también casos de tortura, explotación laboral y esclavismo sobre todo en conventos de monjas que se mantuvieron gracias al trabajo excesivo de los menores en su custodia; en estos conventos tanto los niños como las niñas sufrieron de golpes, vejaciones, hambre, tocamientos indebidos y eran forzados a trabajar hasta por mas de 12 horas sin recibir ninguna paga. Ante este tipo de abusos contra los menores, el papa viajero hizo caso omiso, mostrando lo poco que le interesan los niños, ignorando las palabras del Cristo: "dejad que los niños vengan a mí, porque de ellos es el reino de los cielos". En el caso específico de México, el pederasta mas poderoso del País, Marcial Maciel (fundador de la orden de los Legionarios de Cristo), siempre contó con el favor de Juan Pablo II por lo que los casos de sus abusos, que se narraban y se sabían ya por todos los medios, quedaron en la mas absoluta impunidad; de hecho Marcial Maciel murió en 2008 sin pagar por sus crímenes; y solo en un acto de reverenda payasada, en el año 2006, el papa Benedicto XVI le ordena el retiro del sacerdocio público para consagrarse a una vida de «oración y penitencia».

Viendo lo anterior, podemos suponer que la beatificación de Juan Pablo II está obedeciendo a otros fines que no tienen que ver mucho con la santidad; si bien a Juan Pablo II se le atribuye el milagro de la curación de la monjita Marie Pierre-Simon, supuestamente del mal de Parkinson, me parece demasiado acelerado otorgarle la beatificación sin verificar que en efecto la vida de este personaje era de absoluta santidad; si no es así, la iglesia católica comete el error de repartir las beatificaciones como si fueran bombones, a diestra y siniestra, con el riesgo de que después los feligreses, creyentes en Dios y en Cristo, le anden rezando a un verdadero Demonio, por el simple hecho de haber sido irresponsablemente beatificado, o incluso... ¡hasta santificado!

Si Juan Pablo II ya es beato, pues debería especificarse que él es el beato de los dictadores, los traidores y los impunes, mas lo que la historia le vaya agregando, porque muchas cosas, cuando tienen que ver con la fe mal aplicada, pueden tardar años o siglos en salir a la luz y corregirse, ¡sino pregunta a la inquisición!

Apocalipsis 3:16

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