México en la política del abuso.
El Diario de Ciudad Juárez publica el 30 de octubre de 2010, que "Un zafarrancho entre estudiantes de UACJ y agentes federales dejó un estudiante de ICSA herido de bala". La primera pregunta forzosa es: ¿es correcto que se le apunte con armas largas a estudiantes desarmados?, y peor aún, ¿es válido argumentar que a alguno de los efectivos, "se le salió un tiro" contra uno de los estudiantes?. De ninguna manera puede justificarse un acto de "abuso policíaco", en el cual se haga uso de un arma larga, para herir a un joven desarmado. Esta es una de las peores y mas salvajes muestras de "abuso de poder", en la que el sentirte amparado por un arma y por una corporación policíaca, te hace creer que puedes disponer de la vida de tus semejantes. El problema va mas allá, hemos visto innumerables abusos del ejército, también contra civiles desarmados: homicidios, violaciones, tortura, etc., etc. Los casos cada vez son menos aislados, lo que nos debe de preocupar, porque podemos decir que la represión a las manifestaciones de la ciudadanía, se está convirtiendo en una política de Estado.
Por otro lado, los casos de abuso de poder, no sólo se refieren a la violencia explícita, sino que constantemente se dan casos de violencia implícita realizada por servidores públicos, que no son ni de la policía ni del ejército: en este caso la violencia y el abuso toma otra forma. Malos tratos, corrupción, abuso de autoridad, desvío de recursos, intimidación a trabajadores, omisión de responsabilidades, encubrimiento, peculado, etc., etc., suelen ser las formas de abuso mas comunes realizadas por los funcionarios públicos y servidores públicos. Uno de los casos mas claros, pues el famoso caso de la Guardería ABC, en el que vimos como varios funcionarios y servidores públicos, se coaligaron para reforzar la impunidad, y no pagar por el crimen realizado contra 49 infantes. En el caso ABC, podermos ver la omisión de responsabilidad de los funcionarios públicos encargados de la impartición de justicia, quienes mas bien han buscado la forma de justificar y eximir de la responsabilidad, a los funcionarios públicos responsables de todas las irregularidades detectadas al rededor del caso.
Y por si todo lo anterior fuera poco, no olvidemos los abusos de la Iglesia Católica, quién en complicidad con servidores públicos corruptos, participa en la vida política, dirigiendo las tendencias y la opinión de sus feligreses, en un acto violatorio de la laicidad del Estado Mexicano. Sin embargo los abusos de la Iglesia van mas allá. Recordemos el desvío de recursos del Gobernador de Jalisco Emilio González en favor de la Iglesia del Estado de Jalisco, en total por mas de 100,000,000 de pesos extraídos del erario de Jalisco: lo raro, es que un supuesto representante de Dios, haya avalado esta conducta deshonesta y abusiva, me refiero a Juan Sandoval Iñiguez. Los casos de abusos sexuales contra menores, pues son otra forma de abuso contra la sociedad por parte de los curas.
Finalmente, el pueblo abusa de si mismo, ¿cómo? Pues está el maleante que asalta al transeúnte, generalmente desarmado e indefenso; el niño grande que le pega al niño chico; el padre de familia que golpea a la esposa y a los hijos; el que pide prestado y luego no paga; el que pone la música a todo volumen y no deja dormir a los vecinos; el sujeto que manosea a una mujer en el transporte público; el que viola a una chica indefensa, etc., etc. Este tipo de abusos realizados por los ciudadanos, son la base y el refuerzo para la comisión de abusos mayores y contra mas víctimas.
Uno de los problemas principales, por el que los abusos van en franco crecimiento, es la actitud del pueblo ante el abuso: mientras no seamos nosotros las víctimas de los abusos, no lo combatimos ni lo atacamos como es debido; y lo que es peor, en ocasiones también nosotros nos convertimos en abusadores. El abuso es una de las peores muestras de falta de evolución de la humanidad, porque el abuso es y será, siempre una conducta típica de las bestias salvajes: lo vemos constantemente en el reino animal, el fuerte abusa del débil, el rápido abusa del lento, el que vuela abusa del terrestre, etc., etc. Mientras el humano tenga conductas animalescas, no será un completo humano. Combatir el abuso tiene una forma principal, y es no aceptarlo ni contra nosotros, ni contra nuestro prójimo. Pensemos que lo que duele a nuestro Hermano, probablemente nos duela también a nosotros.
Apocalipsis 3:16
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