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Porque el derecho de decir lo que pienso y lo que siento me fue dado por los Dioses, no me podrá ser quitado por los hombres, sin que éstos, tarde o temprano, paguen el justo precio.


martes, 8 de enero de 2013

#YoSoyCan26 y el error


¡No los sacrifiquen! ¡No los sacrifiquen!... Pero ahora la pregunta es: ¿Si no son sacrificados quién los va a adoptar? ¿Qué los regresen a las calles?...

La organización de la gente es buena, sobre todo cuando esa unión persigue un fin justo, realista y lógico... Pero mira que formar una campaña llamada #YoSoyCan26, en defensa de la libertad de los 25 perros asegurados por la Brigada de Vigilancia Animal; que son posibles causantes de cuatro muertes de víctimas humanas, a mordidas y desgarramientos de carne, y más aún considerando que entre esas víctimas se encuentran 3 menores de edad (hechos sucedidos en Iztapalapa, Distrito Federal, 29 de diciembre de 2012 y 5 de enero de 2013). La verdad esa campaña me parece algo de lo más inadecuado. Si bien es totalmente cierto que los perros callejeros no tienen la culpa de su desgracia, sino que son los humanos irresponsables los que originan esa condición en el animal, también es cierto que un perro que ya ha llegado a atacar, e incluso a matar, no puede ser defendido de ninguna manera.

Es cierto que el problema de los perros callejeros y viviendo en la desprotección, mueve muchas emociones en varios sectores de la sociedad, pero hagamos una pregunta: ¿Quién adoptaría a alguno de los 25 perros "sospechosos" de asesinato? Probablemente nadie se aviente esa responsabilidad. Hay muchas organizaciones civiles que promueven la adopción de perros rescatados de la calle, sin embargo, quien adopta un perro adulto siempre corre un gran riesgo, porque un perro del que no se conocen los antecedentes puede ser un arma en potencia, que puede desencadenar la desgracia hacia adentro de la familia adoptiva; por eso, la gran mayoría de la gente difícilmente adopta un perro, sobre todo si el ejemplar es de gran tamaño y robustez.

Por otro lado aceptemos una realidad: los perros en situación de calle si se vuelven peligrosos; solo por citar mi propia experiencia, más de cinco veces he sido acosado por perros callejeros en actitud agresiva, y una de esas veces, si fui mordido; y todo esto a pesar de que yo nunca he manifestado ningún intento de agresión contra algún perro. Mi caso no es el único, hay muchos, de los cuales varios de ustedes deben tener conocimiento o alguna experiencia personal. También es necesario observar otra cosa: los perros callejeros, suelen agruparse y formar jaurías, y una vez que se agrupan de esa forma, comienzan a imitar el comportamiento de otros cánidos depredadores, como los lobos y los coyotes; pero una cosa hace más peligrosa una jauría de perros que una de lobos, y es que los perros ya no le temen al humano por la cercana convivencia que ha existido entre las dos especies.

Me declaro defensor de los derechos de los animales, en especial de los perros, que son animales ejemplares, pero esa defensa debe ser activa y no arriesgada (el riesgo es siempre grande, porque al final se trata de animales con instintos depredadores y de protección). La mejor forma de defender a los cánidos, es precisamente evitando que vivan en la calle; para lo que hay que invitar a la gente a no adquirir ni a regalar perros como si fueran juguetes, para que después cuando el dueño se aburra, vayan a parar a las calles sin garantía de alimento, salud y alojamiento; y una vez que una persona se ha decidido por tener un perro como mascota, es necesario que este consciente de la responsabilidad que conlleva esa decisión.

... Que regresen a las calles es un error, pero que sean adoptados a sabiendas de que pueden ser perros que han adquirido instintos salvajes, puede ser un error aún mayor...




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