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Porque el derecho de decir lo que pienso y lo que siento me fue dado por los Dioses, no me podrá ser quitado por los hombres, sin que éstos, tarde o temprano, paguen el justo precio.


jueves, 17 de febrero de 2011

De la mentira a la verdad inesperada.

De la mentira a la verdad inesperada.

En días recientes, declaraciones de dos funcionarios del Gobierno Estadounidense, Joseph Westphal, Subsecretario del Pentágono y Janet Napolitano, secretaria de Seguridad Nacional Estadounidense, dejarían entrever antiguas intenciones de nuestros vecinos del norte, quienes por cierto son también nuestros principales socios comerciales. Las desafortunadas declaraciones aprovechan de manera oportuna el mito inventado por el gobierno calderonista, y lo llevan más allá. Joseph Westphal diría que los cárteles de la droga son una forma de insurgencia que podría intentar derrocar al Gobierno de México, y deja entrever de una forma muy clara la posibilidad de utilizar las fuerzas armadas estadounidenses en un enfrentamiento directo contra los grupos "insurrectos"; Janet Napolitano, va mas allá aún, y sugiere una vinculación entre los Zetas y el grupo terrorista Al Qaeda. Ambas declaraciones, que se dice, pudieran haber sido meramente apreciaciones personales, tienen algo en común, y es que ambas representan una clara intención de invasión a nuestro País; la coincidencia entre las dos declaraciones, nos permite suponer que no se trata de visiones personales, sino de un plan que ya se puede estar fraguando dentro del gobierno estadounidense.

Con el argumento de la "seguridad nacional" los Estados Unidos pretenden invadir México, pero no en defensa de la población ante el crimen, o ante el gobierno fallido, sino mas bien con la intención de defender los intereses del capital norteamericano en nuestro territorio. Si recordamos las guerras contra Afganistan e Irak, veremos que los argumentos siempre fueron al respecto de la seguridad nacional de los Estados Unidos, pero la realidad fue otra: el control y la ilegal expropiación de los hidrocarburos de la región. Los Estados Unidos, no solo tienen puestos los ojos en los recursos petroleros de México, sino que se agregan a estos, el agua, la energía eléctrica, las minas, etc.

En el 2006, después del robo de la investidura presidencial, por parte de Felipe Calderón, la mentira de que el crimen organizado y el narcotráfico regían la vida nacional comenzó a manejarse a través de los medios de comunicación, para justificar la militarización del pueblo de México. Ahora la mentira es utilizada, y ampliada de acuerdo con sus fines macabros, por los norteamericanos: ahora los criminales organizados, son células terroristas que representan un claro peligro para los ciudadanos estadounidenses. ¿Ahora como podrá decir el gobierno panista de Felipe Calderón, que su mentira ha comprometido la seguridad y la soberanía de todo un pueblo? La realidad es que la mentira trajo como consecuencia una verdad inesperada y peligrosa: la terrible posibilidad de una invasión norteamericana. La mentira del usurpador, se ha convertido en pretexto ideal del invasor.

Etico sería por parte de los políticos hablar siempre con la verdad, sin embargo el político es enemigo de la verdad por el simple hecho de que la verdad no justifica su estadía en el poder, ni su razón de existir; por lo mismo la clase política siempre ha sido creadora de mentiras y desorden. Si nuestra clase política hablara con la verdad ya nos habrían dicho, que si todos los ciudadanos nos organizamos y nos comportamos como es debido y correcto, no los necesitaríamos, o por lo menos no en la cantidad en la que los tenemos, formando una cúpula de ricos y poderosos ociosos que viven a expensas de la explotación del pueblo.

Cuando la verdad priva ante cualquier circunstancia, los resultados que podemos esperar, siempre estarán en razón de esa verdad, por lo que siempre serán previsibles. El problema con la mentira, es que una mentira lleva a otra, y luego a otra, y así indefinidamente, hasta que las mentiras desembocan en una verdad inesperada, sorpresiva y hasta peligrosa. El predominio de la verdad, siempre será garantía de seguridad, buena o mala pero siempre seguridad; lo contrario, la mentira siempre será motor de la incertidumbre, y en el peor de los casos, hasta de la desgracia imprevisible.

Apocalipsis 3:16

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