Y es que resulta que entre gobierno y crimen organizado están tronando a mucha gente: Desaparecidos, descuartizados, secuestrados, asesinados, torturados, etc., etc. Pero de entre todas estas víctimas destacan dos grupos principalmente: Periodistas no alineados y Estudiantes; precisamente quienes cuentan con más fundamentos para oponerse al actual sistema político y social mexicano, parecen ser de las víctimas favoritas…
Actualmente horroriza ver como el gobierno priísta se ha ensañado contra los estudiantes, al grado de matarlos con toda la cobardía, alevosía, premeditación y ventaja; pero no ha sido a todos los estudiantes, no señor, a los estudiantes de la Universidad de las Américas, el ITAM, el CIDE, la Ibero, el Tec de Monterrey, y otras universidades de elite, no los han tocado ni con la pluma de un zopilote; no, han sido las universidades públicas, precisamente esas donde se gesta la legítima rebeldía, donde los estudiantes tarde o temprano se concientizan de la desgracia social y económica del País, esas donde los estudiantes comienzan a organizarse para exigir los verdaderos cambios que necesita el Pueblo. Por eso mismo la persecución de líderes estudiantiles no es cosa de hoy, recordemos el Halconazo en 1971 y la masacre de Tlatelolco en 1968. En la actualidad, bajo el gobierno de Peña Nieto, parece haber cobrado nuevamente fuerza esa ansía de desaparición, tortura y asesinato de estudiantes, y aunque el caso más emblemático de estos meses es el de los 43 alumnos de la Normal de Ayotzinapa, la realidad es que ha habido conflictos estudiantiles en toda la república prácticamente.
Por otro lado, el gremio de los periodistas no vendidos, también ha sido muy vulnerado en México; sin embargo, los chayoteros como López Doriga, Adela Micha, Javier Alatorre, y toda la camada de periodistas de Televisa y TV Azteca, parecen invulnerables a la ola de desgracias que viven otros periodistas que si saben cumplir con su trabajo. El acoso a periodistas que saben demasiado también es añejo en México, y hay casos muy emblemáticos como el del Manuel Buendía, que ya desde los años 80′s hablaba de una complicidad entre crimen organizado y gobierno. Hoy en los tiempos de Peña Nieto, los periodistas que tocan los temas que involucran a crimen y gobierno operando juntos, corren la misma, o incluso, peor suerte que la de Manuel Buendía, en especial en el interior de la República, donde al parecer los gobernadores y narcos de algunos estados, no tienen piedad contra el comunicador valiente y honesto. Los datos sobre periodistas asesinados, desaparecidos y acosados en México, figuran entre los peores del mundo.
… A gobierno y crimen le conviene que la gente sea ignorante, que no cuestionen, que no investiguen y que no se interesen por los problemas nacionales; no quieren humanos racionales, sino una marabunta de gente fácil de guiar y meter en un hoyo; por eso a los periodistas investigadores, observadores de la problemática Nacional, así como a los estudiantes bien preparados, con criterio para reconocer la penosa situación de los profesionistas y trabajadores en México, y dispuestos a luchar para cambiar esa situación, tanto crimen como gobierno los consideran sus enemigos y están dispuestos a matarlos; aunque siempre de todos esos muertos quedaran los recuerdos y las ideas, quedarán sus fantasmas sabios…