Porque el derecho de decir lo que pienso y lo que siento me fue dado por los Dioses, no me podrá ser quitado por los hombres, sin que éstos, tarde o temprano, paguen el justo precio.
martes, 15 de octubre de 2013
Confundido, confundido... A veces cansa más la monotonía que un maratón.
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