Porque el derecho de decir lo que pienso y lo que siento me fue dado por los Dioses, no me podrá ser quitado por los hombres, sin que éstos, tarde o temprano, paguen el justo precio.
viernes, 29 de junio de 2012
El río corre, aunque le pongan piedras y si el río no las quita, les pasa por encima, pero nunca detiene su camino; al menos que quede seco.
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