Y es que de plano el que no come, mal come. Por un lado tenemos a los mexicanos que no tiene para comer y por el otro extremo tenemos a los mexicanos que no saben comer. Ambos extremos son malos, pero sin duda lo peor del asunto es que parece no importarle ni al hambriento, ni al obeso, y por supuesto, no parece importarle ni al gobierno ni a nuestros supuestos representantes; solo parece importarle a algunas empresas que a la vez que venden productos para adelgazar al gordo, venden productos para alimentar al desnutrido ¡Pero a que precios!...
México, a pesar de ser un País exportador de productos alimentarios y agrícolas, tiene una población de más de 18,000,000 de personas en pobreza alimentaria, o sea los que no tienen garantizado ni comer. Este dato es terrible, sobre todo si consideramos que la cantidad de alimentos que se tiran en nuestro País al día, asciende a 29,863 toneladas, o sea más de 29 millones de kilos de comida (http://www.sinembargo.mx/05-12-2012/450235). A pesar de eso, no se ha implementado algún programa de recuperación de esos alimentos para canalizarlos a quienes los necesitan; y esto no es porque los del gobierno sean estúpidos (que ya sabemos que lo son) sino que si se hiciera esto, los precios de los alimentos tendrían que bajar, situación que afectaría las ganancias de los comerciantes de alimentos; y si consideramos que los últimos gobiernos privilegian más el negocio que el bienestar, pues obviamente vemos que defienden más las ganancias que deja la venta de comida, que la necesidad de millones de hambrientos.
Por otro lado, México es el país con más obesos del mundo, tanto adultos como niños (http://noticieros.televisa.com/mexico/1501/mexico-encabeza-estadisticas-obesidad-adultos-ninos/), situación causada por el gran consumo de comida chatarra y por muchos malos hábitos alimentarios. ¿Pero qué puede comer un trabajador mexicano con lo que gana?. Entre los alimentos más consumidos en México se encuentran los tamales, las gorditas, los sopes, los chilaquiles y demás alimentos hechos básicamente de masa de maíz y grasa; esto debido a su bajo costo. Los tacos que son un alimento más completo, en realidad son por los actuales precios, artículo de lujo, por lo que solo se podrían comer un fin de semana si acaso. ¿Cómo no va a haber obesidad, si raramente alcanza para comer sano?. También está la contraparte, la de los mexicanos con dinero, los que suelen comprar papitas, botanas, pizzas, etc., alimentos más costosos, pero definitivamente chatarras. ¿Cuanto clasemediero o nuevo rico, no suele llenar a sus hijos de nuguets y amburguesas?. En este caso, la publicidad y el vil lucro con la necesidad de alimentación, hacen del consumidor una víctima de sus propios gustos alimentarios. Pero la cosa no queda ahí, el 24 de marzo de 2015, se publicó en el diario SinEmbargo.MX la nota: "Diputados rechazan en un solo día cinco iniciativas contra la obesidad, denuncian ONGS" (http://www.sinembargo.mx/24-03-2015/1290708); donde se comenta que en una forma express, o sea sin ningún verdadero análisis, nuestros diputados (dizque nuestros representantes), desecharon en un solo día 5 iniciativas que regularían la publicidad y el consumo de alimentos chatarra. ¿El motivo?. Parece que nuestros diputados están para representar los intereses económicos de las grandes empresas procesadoras de alimentos chatarra, y no a los ciudadanos y sus beneficios a la salud.
Al inicio decíamos que había algunas empresas muuuy interesadas en "combatir el hambre" en México; las dos principales, las cuales firmaron convenios con la Secretaría de Desarrollo Social son, ni más ni menos que Nestlé y Pepsi (http://aristeguinoticias.com/2304/mexico/documentos-los-convenios-de-nestle-y-pepsico-para-la-cruzada-contra-el-hambre/). Nestlé apoyará a pequeños productores en la producción de leche y cultivo del café, mismos por los que después, Nestlé pagará precios irrisorios a los productores, cómo esa empresa siempre ha estilado (http://www.jornada.unam.mx/2010/04/05/politica/014n1pol); y Pepsi donará productos "nutritivos" a empresas intermediarias de la sociedad civil, con la esperanza de que después los repartan a los más pobres; sin embargo, el punto que nunca se toca, es que esas empresas ayudarían más si pagaran los impuestos que les corresponden. Estos convenios estarán vigentes hasta el 30 de noviembre de 2018, último día del mandato de Enrique Peña Nieto.
... Mientras la comida no sea vista cómo lo que es, un Derecho Humano, y sea vista cómo producto de mercado, sujeto a que el que tenga dinero coma y el que no, pues no; los mexicanos seguiremos brincado de extremo a extremo: del hambre a la obesidad; y al parecer, en eso si andamos destacando en los primeros lugares internacionales...
@Apocalipsis316
México, a pesar de ser un País exportador de productos alimentarios y agrícolas, tiene una población de más de 18,000,000 de personas en pobreza alimentaria, o sea los que no tienen garantizado ni comer. Este dato es terrible, sobre todo si consideramos que la cantidad de alimentos que se tiran en nuestro País al día, asciende a 29,863 toneladas, o sea más de 29 millones de kilos de comida (http://www.sinembargo.mx/05-12-2012/450235). A pesar de eso, no se ha implementado algún programa de recuperación de esos alimentos para canalizarlos a quienes los necesitan; y esto no es porque los del gobierno sean estúpidos (que ya sabemos que lo son) sino que si se hiciera esto, los precios de los alimentos tendrían que bajar, situación que afectaría las ganancias de los comerciantes de alimentos; y si consideramos que los últimos gobiernos privilegian más el negocio que el bienestar, pues obviamente vemos que defienden más las ganancias que deja la venta de comida, que la necesidad de millones de hambrientos.
Por otro lado, México es el país con más obesos del mundo, tanto adultos como niños (http://noticieros.televisa.com/mexico/1501/mexico-encabeza-estadisticas-obesidad-adultos-ninos/), situación causada por el gran consumo de comida chatarra y por muchos malos hábitos alimentarios. ¿Pero qué puede comer un trabajador mexicano con lo que gana?. Entre los alimentos más consumidos en México se encuentran los tamales, las gorditas, los sopes, los chilaquiles y demás alimentos hechos básicamente de masa de maíz y grasa; esto debido a su bajo costo. Los tacos que son un alimento más completo, en realidad son por los actuales precios, artículo de lujo, por lo que solo se podrían comer un fin de semana si acaso. ¿Cómo no va a haber obesidad, si raramente alcanza para comer sano?. También está la contraparte, la de los mexicanos con dinero, los que suelen comprar papitas, botanas, pizzas, etc., alimentos más costosos, pero definitivamente chatarras. ¿Cuanto clasemediero o nuevo rico, no suele llenar a sus hijos de nuguets y amburguesas?. En este caso, la publicidad y el vil lucro con la necesidad de alimentación, hacen del consumidor una víctima de sus propios gustos alimentarios. Pero la cosa no queda ahí, el 24 de marzo de 2015, se publicó en el diario SinEmbargo.MX la nota: "Diputados rechazan en un solo día cinco iniciativas contra la obesidad, denuncian ONGS" (http://www.sinembargo.mx/24-03-2015/1290708); donde se comenta que en una forma express, o sea sin ningún verdadero análisis, nuestros diputados (dizque nuestros representantes), desecharon en un solo día 5 iniciativas que regularían la publicidad y el consumo de alimentos chatarra. ¿El motivo?. Parece que nuestros diputados están para representar los intereses económicos de las grandes empresas procesadoras de alimentos chatarra, y no a los ciudadanos y sus beneficios a la salud.
Al inicio decíamos que había algunas empresas muuuy interesadas en "combatir el hambre" en México; las dos principales, las cuales firmaron convenios con la Secretaría de Desarrollo Social son, ni más ni menos que Nestlé y Pepsi (http://aristeguinoticias.com/2304/mexico/documentos-los-convenios-de-nestle-y-pepsico-para-la-cruzada-contra-el-hambre/). Nestlé apoyará a pequeños productores en la producción de leche y cultivo del café, mismos por los que después, Nestlé pagará precios irrisorios a los productores, cómo esa empresa siempre ha estilado (http://www.jornada.unam.mx/2010/04/05/politica/014n1pol); y Pepsi donará productos "nutritivos" a empresas intermediarias de la sociedad civil, con la esperanza de que después los repartan a los más pobres; sin embargo, el punto que nunca se toca, es que esas empresas ayudarían más si pagaran los impuestos que les corresponden. Estos convenios estarán vigentes hasta el 30 de noviembre de 2018, último día del mandato de Enrique Peña Nieto.
... Mientras la comida no sea vista cómo lo que es, un Derecho Humano, y sea vista cómo producto de mercado, sujeto a que el que tenga dinero coma y el que no, pues no; los mexicanos seguiremos brincado de extremo a extremo: del hambre a la obesidad; y al parecer, en eso si andamos destacando en los primeros lugares internacionales...
@Apocalipsis316